PENSANDO PENSANDO
CCLXX | ANSIEDAD LABORAL, O QUE PAREN EL MUNDO QUE ME APEO

Jose Manuel Hernando
Director Creatividad Estratégica ATREVIA
Por suerte y por desgracia, se habla más que nunca de las enfermedades mentales, y de su causa y efecto en el entorno laboral. La ansiedad y sus derivados se considera la pandemia del siglo XXI, pero la facilidad de simularlo y la dificultad de corroborarlo provoca la duda entre si se padece o se parece. En este post en el que no pretendo banalizar tan serio problema, reflexiono sobre si vivimos en el momento más duro laboral de la historia, o si esto de la generación de cristal va más allá de la edad de nacimiento. Veamos. Leamos.
Por lo que sea, las bajas laborales por ansiedad se han multiplicado exponencialmente en las últimas dos décadas, suponiendo un coste anual para las compañías de más de 25.000 millones de euros. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las causas de este incremento se deben a factores como la incertidumbre económica, la carga laboral excesiva y la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Y puestos a dar datos y citar fuentes, según un estudio de la Complu, alrededor del 40% de los trabajadores en España han experimentado síntomas de ansiedad debido a factores laborales, con un aumento significativo tras la crisis económica de 2008.
Sin embargo, a todos nos queda claro que, si hablamos de condiciones laborales, cualquier tiempo pasado fue manifiestamente peor. Por ejemplo, hasta el 48 la jornada laboral era de 48 horas, en el 76 se redujo a 44, y no fue hasta el 82 que se estableció en las 40 actuales. Y no olvidar que hasta el año 31 no existían las vacaciones pagadas, se podía despedir a un trabajador sin derecho a ningún tipo de indemnización, y no existía el seguro de desempleo. No me extraña que nuestros padres nos inculcaran lo de un trabajo para toda la vida. Pero la pregunta es, y a ellos esta situación no les producía ansiedad? Pues parece que no, o no tenían tiempo para ello. O como decía mi abuelo, estaban hechos de otra pasta.
Mis hijas, los amigos de mis hijas y las hijas de mis amigos, que han nacido todos muy cerca del principio y fin del nuevo siglo, siempre hablan de lo mal que está el trabajo para ellos, de lo poco que les pagan y de lo mucho que les explotan. Y tienen razón, pero creo recordar que nuestro nivel de dificultad, con matices, también era más difícil que doblar una sábana con elástico, y cuando lo encontrábamos, también nos considerábamos infra pagados y sobre explotados. Y pozupuezto aunque todos mostrábamos distintos grados de depre laboral, no recuerdo a nadie de baja por ello. Y entonces, qué ha cambiado?

Foto Original:
Consultando webs de ceñudos señoros con patillas, leemos que efectivamente sí hay una causa espacio temporal para este incremento de bajas por ansiedad y depresión, ya sean justificadas o injustificadas. Y es que las generaciones de nuestros hijos que han dado por llamar Y y Z, más allá de los choques generacionales que todos hemos sufrido, afrontan la vida en general y la laboral en particular de forma completamente distinta a nosotros.
- Para empezar y por supuesto estoy generalizando, no ven la necesidad de ganar dinero a medio plazo más allá de cubrir sus necesidades de ocio, y tampoco hay una exigencia parentoria y perentoria de que así sea.
- Prefieren las relaciones virtuales a las reales, y eso incluye relaciones sentimentales y laborales.
- Nada les ata, ni cuentas vivienda, ni parejas sentimentales ni contratos laborales. Huir del compromiso es una forma de ver y entender la vida.
- Han sido educados en la meritocracia, o más bien en la curriculumcracia, y como han invertido mucho tiempo, esfuerzo y dinero en su formación, quieren su contraprestación y recompensa con carácter inmediato.
- Las redes sociales hacen que todo sea efímero, caducando y pasando de moda a velocidad de vértigo, lo que provoca que se vea principio y el fin del éxito, pero no el medio de conseguirlo.

Venga más citas y datos. El INSS ha estipulado unos rangos temporales de baja por ansiedad de 15 días por trastornos con ansiedad o depresión, 30 días por trastorno de ansiedad generalizado, y 45 días por ansiedad fóbica y trastornos de pánico. Para obtener esta baja, un médico certifica que su estado de salud mental le impide desempeñar sus funciones laborales con normalidad, lo cual por puro protocolo y para no jugársela, ante el dudar, la baja dar. Pero ojo, que si tirando de picaresca o jeta simulamos ansiedad, incurrimos en un delito de estafa que puede conllevar a sanciones económicas, e incluso penas de prisión. Y por supuesto, es considerado despido disciplinario, dejando al trabajador sin liquidación ni paro. A que ya no parece tan guay?
Y en el extremo opuesto, si se demuestra que una compañía ha sido la causante voluntaria o involuntariamente de la depresión de un empleado, como mínimo podría ser considerada responsable de un accidente laboral, y como máximo, se enfrentará a serias sanciones administrativas y multas. Y eso sin hablar de si se considera mobbing, que es provocar ansiedad intencionadamente, en cuyo caso extremo puede ser considerado conducta delictiva con penas que van desde sanciones económicas más o menos abultadas, hasta penas de cárcel si hay defunciones.
Para concluir. La depresión y sus derivados es una enfermedad muy seria y grave que ni se debe permitir que se provoque, ni que se simule. Las consecuencias en ambos casos tampoco son para tomárselas a broma, pues no solo supone un riesgo personal sino también profesional, por lo de que pérdida de reputación y salud tiene. Y es que al final todo se sabe, tanto lo del jefe acosador como la del currito jeta, y no siempre pasa pero el que la hace la paga. En cualquier caso, conscientemente no he entrado demasiado en el tema generacional porque me iba a meter en un fango que no controlo, pero sinceramente creo que como decía hace unos posts, el tiempo y la gente cambia pero no tanto como queremos o creemos, pues los que de verdad cambiamos somos nosotros. Ahí lo dejo.
Porque esto es misterhello y estamos para eso, para hablar de comunicación interna de una forma diferente. ¿Hablamos?