PENSANDO PENSANDO…
XXIX | ESTÁS HARTA/O DE TU TRABAJO? OJO CON EL AÑO NUEVO VIDA NUEVA…

José Manuel Hernando
Director Creativo Ejecutivo Aleggría Comunicación
Lo normal es estar harto de tu jefe, del estrés, de tus clientes, de tus compañeros. Y llega final de año y sueñas con dejarlo todo y empezar de cero. Pero cuidado, no es un camino fácil, ni rápido e igual, no es la mejor decisión….
Tener un trabajo fijo, depender de un horario y una jerarquía, de unos ingresos fijos e inamovibles, tiene sus pros y sus cons. Cierto es que hoy en día todo el mundo habla de emprendimiento. Sí. Los emprendedores son una especie de superhéroes que consiguen un envidiable estilo de vida sin apenas esfuerzo y en un tiempo récord. Sus casos se estudian en caros masters, y sus conferencias se pagan a precios de oro. Pero ojo, son un espejismo o más bien, la punta de la punta de la punta del iceberg.
Los agentes externos tienen mucho que ver con que veamos el emprendimiento como una vía de liberación, expansión o salvación. Por una parte están los medios gubernamentales, seguramente porque quieren renovar o revitalizar la famosa clase media patria tan machacada en los últimos años. Por otra el paro juvenil que obliga a los recién universitarios a buscarse la vida para no convertirse en ninis. Y por otra los gurús de la comunicación, que en muchos casos lo utilizan como argumento para que les compres sus cursos online.
Yo sigo a muchos de estos gurús en sus blogs y podcasts, y he de decir que no todos están cortados por el mismo patrón. Voy a mencionar tres de los buenos muy buenos. El mejor sin duda, Joan Boluda y sus cursos de marketing online. Víctor Martín, también exquisito con su Success Academy. Y Franck Scipion y su Emprendedores Knowmadas. Precisamente Franck hablaba la semana pasada de los peligros del emprendimiento suicida.

Foto Original:
Cartel película «El Club de los poetas muertos»
1989
Tom Schulman
Bienvenido al mundo real. Según un análisis extraído del programa emprendedor de la Caixa el 70% de las nuevas empresas fracasan antes de los tres años. Es decir, cuando se les acaba el dinero. Porque para emprender, hace falta dinero. Dinero para montarlo y sobre todo, dinero para aguantar. Lo normal de un emprendedor es que durante el primer año prácticamente no ingrese más que para pagar gastos, y eso con un poco de suerte. Si escuchas los podcast de Boluda verás que es así o peor. Él además mete dos factores en la ecuación, tiempo y suerte, pero el que manda es el dinero, sin duda. Porque no nos engañemos, el dinero importa. Y mucho. Decía El último de la fila que “cuando la pobreza sale por la puerta el amor sale por la ventana…”
No voy a negar la importancia que tiene para las personas, para su desarrollo y su supervivencia, el tener sueños. No lo digo yo, es psicología básica. Solo digo que es importante tener muy claro que no todo el mundo vale o puede emprender con garantías de éxito. Hay que tener mucho cuidado con lo que comentaba antes sobre la fantasía que nos ha educado en la cultura del no esfuerzo. Tenemos una visión demasiado cinematográfica de la vida que nos presenta los casos de éxito como en una película en la que lo superfluo debe ser eliminado. Lo superfluo por supuesto es lo que diferencia la realidad de la fantasía. Esta cultura del no esfuerzo nos hace creer que tan solo con tener un sueño, desearlo, perseguirlo y pelearlo, lo vamos a conseguir. Y no. Nada más alejado de la realidad.
Buscar frases en google o video en youtube sobre motivación o emprendimiento nos puede subir mucho la moral, pero dar el gran salto es algo completamente distinto. Tener una idea, una gran idea, realmente es lo de menos. Lo que vale es saber ponerla en valor. Y lo digo como creativo. Factores como buscar competencia, analizar el mercado, entender la estrategia de comunicación, elegir a los partners adecuados, valorar factores productivos o contar con recursos económicos para lanzarlo y para aguantar son decisivos para el éxito.
«No hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió…» Joaquín Sabina
«Sí, pero el cementerio está lleno de héroes…» Napoleón Bonaparte
En resumen, que empezamos nuevo año e igual que en verano nos inunda el síndrome postvacacional, en enero sentimos el efecto de las propuestas renovadas. No quiero ser un aguafiestas, pero creo que hay decisiones que hay que pensar con la cabeza más que con el corazón. Si crees que es horrible aguantar a tu jefe, piensa lo que puede ser aguantar a un acreedor. SI te quejas de la burocracia de tu compañía, imagina tener que hacer tú todos los trámites burocráticos. Si te resultan insoportables los desplazamientos hasta tu oficina, sospecha que estar todo el día en casa no sería mucho mejor.
Dicho esto, si tienes un sueño y crees que merece la pena luchar por él, búscalo, persíguelo y alcánzalo. Pero hazlo bien y estate seguro que es realmente un sueño y no una huida hacia adelante. Piensa en ti, pero también en la gente que te acompaña. Acude a una fuente fidedignas como las tres que he citado anteriormente, y formarte, informarte o reformarte. Piensa que ahora todo depende de ti. Conoce tus límites y lo que hay más allá. Y aprende que sin esfuerzo, tesón y confianza, no conseguirás nada.
Y si no, si tu discurso siempre versa sobre lo poco que te gusta tu vida, cambia de vida o de discurso. Igual de tanto quejarte del estilo de vida que mereces descubres que no mereces el estilo de vida que tienes. Feliz nuevo año de nuevo.
Solo es un pensamiento. Una reflexión cercana al año nuevo. Pero hay cosas que merecen ser pensadas. Piénsalo…
Hola. Soy Mister Hello y estamos hablando de Comunicación Interna. ¿Hablamos?