Tanto si eres aficionado al fútbol como si no, en menos de 4 minutos verás la importancia de que un líder lidere…​

Respondiendo a mi llamada colaborativa, he conocido a Angel a través de Línkedin al ofrecerse a compartir su conocimiento y experiencia en misterhello. Él se declara aficionado moderado del fútbol y yo, ni siquiera eso, pero la ejemplificación que hace a través de Luis Aragonés de los skills que debe tener un líder me parecen más que acertados. Gracias Angel por tu participación, y por tu reciente nombramiento. Veamos. Leamos…

Este fin de semana, primero tranquilo tras la vorágine las semanas anteriores me quedé en casa, y en uno de esos momentos “perdidos”, la casualidad puso delante de mí el documental “Luis, el sabio del éxito”. Quiero aclarar que soy un aficionado “moderado” al fútbol y que hasta ver ese programa tenía una imagen de Luis Aragonés como una persona malhumorada, taciturno, conflictivo, … si se me permite, lo habría catalogado como una persona tóxica dentro de un grupo, uno de esos perfiles que puede desequilibrar un equipo.

Desde el primer momento del documental vi otro perfil absolutamente diferente, un motivador, un líder claro, con las ideas perfectamente definidas en su cabeza y que además contaba con un equipo de profesionales completamente identificados con él y con su método, conjurados en lograr el objetivo.

Frases como “…ustedes han venido aquí para ganar la Eurocopa…”, “…no son mejores que ustedes…” o “…usted ha venido aquí para marcar un gol en la final”, dichas con sinceridad con convencimiento y sobre todo con una petición intrínseca de afiliados a ese plan, recordaba al famoso mensaje publicado 101 años antes por Ernest Shackleton en el Times: «Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito», pero sobre todo quiero destacar un detalle, en todo momento les ha traspasado la “autoría” del plan, no es el objetivo de Luis Aragonés, si será su triunfo, es el objetivo del grupo.

Si ya resulta realmente difícil conformar un buen grupo, en muchos casos lo que resulta realmente imposible es conseguir que ese equipo interiorice el mensaje y luche por hacerlo realidad, en definitivo lograr que hagan propio el objetivo y “mueran” por él. Viendo el documental recordé algunos futbolistas cuyos nombres jamás habría vinculado a aquel éxito, pero ellos estaban allí, Luis tenía un plan para ellos, lo aceptaron y lo ejecutaron a la perfección. En un equipo u organización ganadora no todos podemos ser Casillas, Xavi, Iniesta, Villa o Torres, también son necesarios otros perfiles, más modestos en prestaciones, pero con el mismo espíritu de compromiso con el objetivo como lo fueron Güiza, Capdevilla, Sergio o Palop.

El grupo debe de ser consciente de su fortaleza como tal, nadie es más importante que nadie, todos juntos suman más que la suma de sus individualidades, Luis lo remarca una y otra vez” “…lo damos todo, y si estamos cansados, en el 50, en 60 o en el 70, levantamos la mano y dejamos el lugar a otro compañero para que luche…”, anteponiendo claramente el grupo al individuo.

Con esto se consigue un grupo absolutamente cohesionado, un grupo que cree a ojos cerrados en su líder, porque su líder los ha sumado a la causa con su optimismo, con sus expresiones, con su fe ciega en los hombres que deben ejecutar su plan y ellos lo hacen, porque para eso están allí. Resultan especialmente llamativas esas secuencias en las que se ve al entrenador dibujar lo que quiere en el campo y a continuación nos muestran las imágenes en las que los jugadores hacen exactamente lo que se les ha pedido.

Un líder crea a su alrededor las circunstancias necesarias para lograr el objetivo que se le ha planteado y lo hace para que suceda de manera natural, el plan debe ser adoptado individualmente por los actores que deben considerarlo suyo, porque si el líder tiene que gritar, insultar o imponer el plan ya no será del grupo será sólo del líder y no contará con la implicación de sus actores, receta inequívoca de fracaso.

Aquel gestor de equipos que consiga sumar actores a sus objetivos tendrá ganado el 50% del objetivo antes de empezar a luchar por él, sobre todo porque esa implicación hará que el líder pueda hacer lo que se espera de él, liderar, tomar las decisiones, porque la motivación saldrá de los individuos y alimentará el grupo, que en esas condiciones de implicación y motivación solo necesita ya de ser enfocados en la dirección correcta. Una correcta implicación hará que no sea necesaria la vigilancia en el cumplimiento de los objetivos, “…yo les recomiendo hacer un descanso de una hora, pero no voy a ir cuarto por cuarto a comprobar que lo hacen, si lo hacen el día del partido estarán en las mejores condiciones…”, el individuo comprometido hará aquello que el líder ha presentado como beneficioso, por un lado, por interés propio y por otro por el grupo, nadie puede fallarle al grupo.

A la vista del documental (no pude evitar ver los dos capítulos seguidos) todo esto puede resultar sencillo, pero en la realidad esto supone el gran reto de cualquier persona que haya intentado liderar equipos y lo que es más importante esta situación es necesario crearla y mantenerla ya que esa magia que hará fluir el éxito es frágil, si no se cuidan los detalles puede desaparecer y quizás nunca vuelva…

Gracias Angel por tu interesante post. Invito a todos a comentarlo un poco más abajo. Y por supuesto si alguien quiere emular a Angel y escribirse un post, lo hablamos en hello@misterhello.com

Porque esto es misterhello y estamos para eso, para hablar de comunicación interna de una forma diferente.¿Hablamos?