AL HABLA CON…
CCXXI | POR QUÉ TODAS LAS ORGANIZACIONES DEBERÍAN SER REMOTE-FIRST

Mario Cameo
Director de Transformación Cultural y Aprendizaje, ATREVIA Cultura&Personas
La vuelta a la oficina parece inminente, aunque medie un veraneo para ello, y no se habla de otra cosa que de volver a lo de antes o a lo de nunca. En este post Mario Cameo ha prestado su talento para hablar no de si la vuelta va a ser remoto o presencial, si no de la conveniencia de cada formato para cada grupo de interés. Y él lo tiene claro; lo primero es lo primero. Veamos. Leamos.
Precisamente ahora que muchas empresas están preparando la vuelta a las oficinas quizá esto suena un poco provocador, pero voy a explicar las razones. Lo primero, ¿qué significa Remote-First? Básicamente, una mentalidad y un diseño organizativo que no estén condicionados por el Dónde, de manera que los empleados podrían trabajar desde cualquier lugar sin que la productividad se vea afectada. Es decir, Híbrido, pero Remoto por defecto.
Si uno trabaja en remoto, todos estamos trabajando en remoto. Es una idea sencilla, pero quizá no somos conscientes de la importancia que tiene para la manera de organizarnos: Si una persona del equipo está trabajando en remoto, todos estamos trabajando en remoto, porque ya no podemos seguir usando los mismos métodos de trabajo que cuando estábamos todos en el mismo lugar. Por tanto, no se trata de si preferimos ir a la oficina o no, que para eso hay opiniones de todo tipo. Da igual. Hoy es una realidad que cada día muchas personas van a estar teletrabajando, y tendremos que relacionarnos con ellos.
Por tanto, todos vamos a trabajar en remoto queramos o no, independientemente de si la empresa permite 1 ó 4 días a la semana. Y si queremos ser competitivos en este nuevo entorno, debemos estar preparados y organizar el trabajo sin que sea necesaria la presencia física. Es decir, para una organización Remote-First va a ser más fácil encontrar ese equilibrio híbrido que andamos buscando, incluyendo por supuesto las relaciones presenciales en la oficina. Pero para una organización Office-First, va a resultar muy complicado, perdiendo por el camino un montón de talento y de dinero.

Cartel película «Tan lejos, tan cerca»
19937
Win Wenders
El gran cambio: del Síncrono al Asíncrono . Estar reunido no es lo mismo que trabajar ni que colaborar. ¿Te suena lo de “llevo todo el día reunido, a ver si por fin me puedo poner a trabajar”? Todos hemos vivido el horror de la reunionitis (inflamación o exceso de reuniones). La principal causa es que hemos entendido mal la naturaleza de la colaboración en la era del conocimiento:
- Siempre habíamos dado por sentado que para colaborar teníamos que estar juntos, o mejor dicho, reunidos.
- Ahora, “gracias” al COVID, ya sabemos que no hace falta que estemos todos en el mismo sitio. Aunque en realidad ya hace mucho que estábamos teletrabajando, pero desde la oficina: hablando con compañeros de otras zonas, proveedores, clientes, etc. con la diferencia de que no teníamos tecnologías que nos lo facilitaran tanto.
- Pero nos falta entender un paso más, que lo cambia (casi) todo: tampoco hace falta que estemos conectados al mismo tiempo, o al menos no todo el tiempo.
La comunicación y colaboración asíncrona es imprescindible, tanto por razones prácticas (diferentes e franjas horarias, por ejemplo), como por flexibilidad y diversidad. Y tiene muchas ventajas, pero para aprovecharlas hay que organizar bien el trabajo y hacer cambios de mentalidad, cultura, liderazgo, normas… Podríamos categorizar las distintas formas de colaborar en 5 Modos, en función de su velocidad, duración de la información, y nivel de interacción:
- Presencial: Síncrono, todos juntos en el mismo momento y lugar. Ej: una reunión en la oficina.
- Síncrono deslocalizado: conectados en el mismo momento, pero desde lugares diferentes. Ej: una videoconferencia o un chat.
- Asíncrono: no todos están conectados al mismo tiempo y las respuestas pueden tardar unas horas o incluso días. Ej: un email o un canal de un entorno colaborativo.
- Almacenamiento: la información queda disponible a largo plazo, y no será necesario que el autor responda, porque el contenido comunica por sí mismo. Ej: un archivo compartido en la nube.
- Trabajo individual: no es necesaria interacción. Ej: focus y ejecución de tareas.
De los cinco modos, cuatro de ellos se hacen en remoto. Por tanto, organizar la empresa con una mentalidad Remote-First no es ninguna locura, sino que responde a una realidad que ya estamos viviendo en gran medida. La locura es seguir intentando funcionar en este entorno con unos modelos de organización y colaboración que fueron creados para contextos anteriores.
Una gran oportunidad . El mundo del trabajo ya venía cambiando desde hace años y tenemos un reto recurrente en muchas compañías: la evolución de estructuras jerárquicas hacia modelos más transversales y colaborativos, ya sean matrices, redes, holocracias,… Lo que ha cambiado no es solo la deslocalización (ya teníamos empresas con sedes diferentes y clientes en otras zonas), sino unos entornos complejos y cambiantes que han generado la necesidad creciente de compartir más información, trabajar por proyectos con personas de diferentes áreas y perfiles, descentralizar decisiones, buscar soluciones creativas a retos sin precedentes, ser más ágiles y flexibles,… o sea, Colaboración trasversal, muy diferente al trabajo en equipo por funciones (silos).

Por eso, creo que el enfoque Remote-First es una gran oportunidad para romper silos no solo funcionales sino también de distancia. Durante mucho tiempo se trabajaba en equipo pero solo con los de tu propia oficina; era mucho más complicado y menos necesario colaborar con compañeros de otras sedes. Ahora es más fácil porque estamos todos en igualdad de condiciones. Pero para aprovechar la oportunidad, debemos generar una estructura de trabajo y una cultura en la que todos estemos preparados para colaborar, desde donde estemos. No va a suceder de forma natural si no nos paramos a diseñarla y ponerla en marcha.
Ahora estamos viviendo un encendido debate, a nivel global: Oficinas vs. Remoto, o mejor dicho, cuál es el mejor modelo Híbrido. Pero se está centrando sobre todo en los días y el nivel de flexibilidad que van a permitir las empresas. Y no se está hablando de lo más importante: Cómo vamos a organizar y comunicar esta nueva manera de trabajar. Es verdad que hay gente agotada por lo vivido en el último año de forma forzosa e improvisada. Pero el problema no es el remoto, el problema es hacerlo mal y sin abordar los cambios organizativos y culturales necesarios, que no tienen que ver solo con la deslocalización sino con las nuevas formas de trabajo y liderazgo. También echamos de menos cierta normalidad y contacto personal, pero nos equivocamos si creemos que la vuelta a la oficina sin más, va a solucionarlo todo. Recordemos que antes de la pandemia ya teníamos niveles de disengagement preocupantes. Si nos preocupa el bienestar de los empleados, además de fomentar hábitos saludables, quizá tenga mucho más impacto definir y comunicar, por fin, una nueva manera de trabajar más acorde con este entorno.
¿Cómo lo hacemos? . Aprovechando la experiencia de organizaciones que han estado trabajando en remoto con éxito desde hace años. Y siendo creativos, como requieren las situaciones sin precedentes, para resolverlo de manera ágil y práctica, a la medida de nuestra organización. VER GRÁFICO >
Hablemos y te contamos cómo podemos ayudarte. De cómo resolvamos este reto, dependerá en gran medida nuestra capacidad en los próximos años para atraer y fidelizar el talento que necesitamos. Hablamos? Llámame
Porque esto es misterhello y estamos para eso, para hablar de comunicación interna de una forma diferente.¿Hablamos?